El
arte y la ilustración
Según Sung,
Mi-Young (2013) la ilustración ha estado
apartada de la categoría de “arte”, quizá por los prejuicios que supone siempre
el establecimiento de categorías. Pero poco a poco esa línea se viene haciendo
más fina y la concepción del arte se vuelve más amplia, sin perder su
exclusividad.
Sung, Mi-Young
(2013) nos indica que Nick y Tessa
Souter del libro, El arte de la ilustración, en el cual describe sobre artista
e ilustrador lo siguiente, que durante muchos años ha prevalecido la noción de
que, comparado con los artistas de bellas artes, el ilustrador es un ciudadano
de segunda clase. Esta discriminación es predicada en la creencia que el pintor
o escultor es un espíritu cuyo trabajo da rienda suelta a la expresión propia y
cuyo arte hace declaraciones de una naturaleza intensamente personal.
Los ilustradores,
por otro lado, son los esclavos de comercio- ellos invariablemente reciben
encargos para producir su trabajo y su inspiración deriva, no de la experiencia
personal, sino del material que les proporciona la fuente”.
El arte es el
reflejo de las tendencias internas de la sociedad y presenta el campo idóneo
para el desarrollo de la expresión personal y de la comunicación con uno mismo
o con los demás. El arte estimula las capacidades propias del individuo,
desarrolla su creatividad y expresión individual como medio de lograr
satisfacción de la reproducción de aquellos preceptos visuales, aislados o en
interacción con otras figuras de la memoria que somos capaces de recordar e
incluso de describir con cierto detalle. La producción artística ofrece la
posibilidad de poder resolverlos.
Sung, Mi-Young
(2013) nos indica que el papel del
artista y el ilustrador tienen los sentidos comunes en cuanto a la creatividad.
Como artista el ilustrador cuyo objetivo es encontrar el equilibrio entre
realismo y creatividad y domina un lenguaje artístico para complementar y
resumir su pensamiento. Sólo tienen la diferencia de forma de determinar, uno
es como obra artística y la otra, ocupa un medio de la imprenta que sirve para
una parte del diseño o un tema. Y tiene una profunda característica para convivir
con el público, la necesidad y función a la sociedad. Sin embargo, también
conserva su espíritu artístico como una obra del arte que revitaliza la
comprensión del cualquier público. La ilustración sugiere una observación
analítica a la parte de ser productores de obras visuales, que se preocupan e
interesan por los procesos, los sistemas de comunicación visual y el análisis
de los distintos componentes de la imagen y sus significados como obras
artísticas.
Según Rojas, Nadia
(2010) la diferencia entre la
ilustración y el arte es más de función que de estética, o que se necesite para
una obra de arte más tiempo o más concepto que la ilustración, no siempre
sucede así. La ilustración casi siempre está unida a un referente que
reinterpreta, sea un texto, una canción o un tema en especial; en cambio, la
obra de arte habla por sí misma.
La ilustración es algo
mucho más abierto al público, el arte académico es cerrado y tiende a
explicarse a sí mismo, pero no alude a lo que las personas en general piensan o
sienten, eso sí sucede con la ilustración, donde uno tiene que comunicarse con
las personas pues no se puede quedar en la imagen cerrada, es un diálogo entre
uno y la persona que ve la obra.
2.1.2.3 La ilustración, es la narración visual
Según Sung, Mi-Young
(2013) El termino ilustración demuestra
mucho sentido y significado. Y su aplicación de producción ya no categoriza
dentro del campo de diseño gráfico. Es una categoría que apoya en muchas áreas
del diseño y el arte. Es una disciplina profesional tan amplia que sirve como
reserva de nuestra historia social y cultural y más allá de la creatividad
individual.
Mi enfoque es
enfatizar la ilustración como una categoría de arte. Tiene una forma de
expresión artística trascendente lo mismo que obra de bellas artes. La
ilustración requiere una función para iluminar o enfocar un tema, una
argumentación ilustrada.
Una gran
ilustración es la que consigue crear un mensaje comunicativo mediante el método
adecuado y que abarca los aspectos de los valores éticos, sociológicos y
filosóficos como parte de la responsabilidad de ser el ilustrador.
Sung, Mi-Young
(2013) nos dice que la ilustración
creativa informa sobre los hechos sociales, es artística por su calidad y
originalidad, por su capacidad de emocionar y transmitir como cualquier obra
artística. En este sentido, cabe definir qué, es un modo de hacer narración, un
modo de contar visualmente.
La ilustración se
expresa su decir, su hacer clara y nítidamente una visión del mundo. Su decir y
su hacer son documentos de parejo valor que es preciso interpretar, exhibido
sus presupuestos estéticos, tanto si están implícitos como si están explícitos.
Según Sung,
Mi-Young (2013) El pensamiento que
contiene la ilustración no sólo en construir en objeto de la interpretación
individual sino es filosofar a través del trazo de sus líneas y en la extensión
de sus colores. La auténtica observación de meditar y retratar sobre el mundo
real mediante figuras simbólicas.
Cabe comprender que
se representa mucho más de cuanto se representa. Ilustrar entonces, significa
mostrar una especie de unidad que está en la y por la sensación que vive sujeto
y objeto, el yo y el mundo y, consecuentemente, el ilustrador y la imagen
recreado para contar lo que ve, piensa y transmite visualmente a través de su
actitud crítica ante el mundo. Lo que importa es cómo se procesa la información
visual que se ha absorbido, y cómo se usa imaginativamente en relación con un
texto.
2.1.2.4 El desarrollo de la ilustración a través del tiempo
Según Cervantes,
Miguel. (2016) la información visual es el registro más antiguo de la historia
humana. Al observar las pinturas rupestres
se pueden distinguir mensajes específicos que hacen alusión a la caza y
a las ceremonias religiosas.
En la cultura
egipcia tanto el Libro de los Muertos como los Papyrus Ramessum muestran
gráficos, bajorrelieves y grabados asociados a la magia y los ritos funerarios.
En la edad media, los manuscritos ilustrados con facilitaron el entendimiento y
la difusión de la cristiandad.
La ilustración
moderna surgió en el año de 1450 cuando el alemán Johann Gutemberg construyó la
primera imprenta de tipos móviles dando paso a una nueva forma de divulgación
iconográfica; la producción en serie.
Durante el siglo
XVI la atención del contenido se centraba en el texto, por tal motivo las
imágenes cumplían solamente una función estética. Gracias a sus características
descriptivas, las ilustraciones pudieron ser percibidas como un recurso más de
comunicación.
En el siglo XVIII
la lectura se convirtió en una prioridad y se inventaron las publicaciones
periódicas que introdujeron a su vez las caricaturas como un recurso critico
ante las formas despóticas de poder.
Durante la primera
mitad del siglo XIX se implementó en Europa la imprenta de alta velocidad la
cual permitía utilizar formatos de papel amplios. En esta época resurgió el uso
del cartel publicitario.
La primera mitad
del siglo XX destaca por la búsqueda de innovación en las formas de crear
imágenes, surgen los movimientos de vanguardia europeos y sus modos “radicales”
de presentar contenidos mediante la experimentación de formas, materiales y
estilos.
Basándose en los
principios funcionalistas Walter Gropius funda en el año de 1919 la escuela
Bauhaus en Weimar sentando así las bases normativas y patrones de lo que hoy se
conoce como diseño.
Cervantes, Miguel.
(2016) nos indica que en 1930 se instituye la Gestalt en Alemania; corriente de
la psicología moderna que desarrolló una serie de teorías acerca de la
percepción visual. La segunda mitad del siglo XX, se caracterizó por la
introducción de la tecnología electrónica en la creación de ilustraciones. La
computadora tuvo su origen en el año 1950, pero no fue sino hasta quince años
después cuando aparecieron las primeras imágenes digitales.
En los años 60´s
las imágenes gráficas se destacan precisamente porque ayudaron a generar un
estilo e identidad propia al movimiento contracultural de los jóvenes. En 1975,
Microsoft y Apple impulsaron el desarrollo y acercamiento de las computadoras a
la actividad humana, creando así nuevas áreas y herramientas de trabajo
especializadas como la ilustración digital y el software de creación y edición
de imágenes.
Cervantes, Miguel.
(2016) nos indica que en 1987 los hermanos Thomas y Jhon Knoll desarrollaron el
primer programa para crear y editar
imágenes al cual llamaron Imagen Pro, meses más tarde dicho programa pasó a
formar parte de Adobe para Mac bajo el nombre de Photoshop.
En los años 90´s el
precio de las computadoras fue cada vez más accesible para el público, no
obstante, debido a la exigencia del mercado, el avance tecnológico, la creación
de software con mayor potencia dio como resultado que los tiempos de producción
y entrega del ilustrador sean más cortos. En esta década se crearon una gran
diversidad de formatos de almacenamiento como los formatos PDF, RAR, BMP, GIF,
JPG, TIF y PNG.
La primera década
del siglo XXI destaca por la consolidación de las compañías Adobe, Corel y
Autodesk. Las redes sociales y la
creación de grupos virtuales han impulsado la formación y el trabajo de los
ilustradores nacionales y regionales.
Finalmente
Cervantes, Miguel. (2016) nos explica que en esta época los sitios web y las
redes sociales han ayudado a valorizar la imagen gráfica y difundir el trabajo
de los dibujantes e ilustradores independientes tanto a nivel local como
mundial.
2.1.2.6 Tipos de la ilustración
Bermeo, Jessica
(2010) nos dice que a través del tiempo se ha modificado en formas y técnicas.
Entre los que vamos a estudiar se encuentra la ilustración narrativa,
conceptual, decorativa, infantil, publicitaria y de modas entre otras
Según Ordóñez, José
(2013) nos indica que es posible establecer distintos tipos de imagen en virtud
de la técnica de representación empleada. Los principales grupos considerados
son: ilustración tradicional, fotografía, vídeo, ilustración digital, imágenes
obtenidas con aparatos de análisis o diagnóstico, diagramas y gráficas
científicas.
La actual
concepción integral de la profesión, ya sea bajo el nuevo título de
Comunicación visual o el tradicional de Ilustración, permite aunar todas las
ventajas de las diferentes disciplinas de imagen con una finalidad: la
comunicación del conocimiento. Cada una de las modalidades posee una serie de
ventajas e inconvenientes respecto a las demás, por lo que casi constantemente
se utilizan de forma conjunta unas y otras, de manera que se complementen. A
continuación se comentan algunos de los aspectos más destacados respecto a cada
una de ellas.
Características y
funciones de la ilustración
Moral, Soledad.
(2018) nos indica que existen varios expertos que señalan una serie de rasgos
esenciales de la ilustración que ayudan a caracterizarla y a establecer su auténtica
particularidad. Serían:
El momento y la
finalidad determinan sus características.
El grado de
iconicidad, los recursos técnicos y los códigos de expresión utilizados por sus
autores
Los códigos de
reconocimiento del lector. La imagen es recibida y vivida por cada lector de un
modo distinto según su código de reconocimiento, es decir, según sus vivencias
y experiencias.
El lenguaje
narrativo de la ilustración es diferente al del texto. Su lenguaje es
específico no sólo en su apariencia. Es distinto en el grado de concreción y
por el grado de interiorización del mensaje. En la ilustración, expone, la
relación entre significado y significante es mucho más evidente y, por ende,
mucho más impactante y persuasiva,
Sin embargo, en
relación al grado de interiorización del mensaje, la lectura de un relato está
mucho más llena de procesos de asociación cognitiva que la de una ilustración.
La limitación de una ilustración, si la comparamos con la palabra, radica en
que no es capaz de narrar desde un yo interior, en que siempre es vista desde
el exterior, nunca desde dentro.
Su carácter
dependiente. Dependiente de un complejo proceso editorial que modifica el
soporte original y dependiente de un texto literario. Estos dos argumentos, el
no tratarse de una obra única y el estar asociado a un texto (con el cual
establece relaciones de distinta índole), han servido en determinados momentos
para apartar a la ilustración de otras artes consideradas mayores, como la
pintura.
Numerosas son las
funciones que pueden cumplir las ilustraciones, las cinco principales son las
siguientes:
Moral, Soledad.
(2018) nos indica que redundar el
contenido del texto, supone expresar icónicamente un mensaje ya expresado con
suficiente claridad y precisión por la vía verbal. A pesar de que suponga una
repetición de lo leído, esta función puede resultar incluso beneficiosa ya que,
la ilustración sirve para estimular y enriquecer su capacidad comprensiva en
favor de un mejor y más completo acceso a la totalidad del mensaje contenido en
la obra ilustrada. La clarificación se lleva a cabo del texto a la imagen y
viceversa, como se puede percibir al observar a los lectores infantiles que
busca confirmar en la imagen lo robusto y feroz que era el ogro descrito en el
texto.
Mostrar lo que no
expresan las palabras, aunque puede hacerse mediante las palabras, las imágenes
expresan de forma más rentable lo que resulta difícil o muy extenso. La
ilustración asume carga narrativa para mostrar no solo lo que dice el texto
sino otros aspectos como la apariencia o rasgos físicos de los personajes;
puede transmitir textualmente lo intangible e invisible y así, pueden
satisfacerse las expectativas de los jóvenes lectores acostumbrados a escuchar
o ver narraciones más complejas de las que pueden leer.
Moral, Soledad.
(2018) nos incia que decorar y embellecer el texto, la pretensión esencial de
la ilustración. Las ilustraciones hacen más grato a la vista el texto, lo
iluminan y resaltan, llegando incluso, como más tarde trataremos, a la creación
de libros de extrema belleza.
Captar y mostrar
parcelas del mundo que nos rodea, la ilustración es contextualizadora de la
narrativa verbal.
Enriquecer a quien
la observa, además del disfrute, para los niños, las ilustraciones pueden ser
fuente de información visual. A través de las imágenes, pueden conocer objetos
o personas existentes, o no, o trasladarse a tiempo pasados o futuros. Otro de
los beneficios lo constituye el desarrollo de la capacidad creativa y la
educación estética.
Expresar
poéticamente, según Moral, Soledad. (2018), a través de las ilustraciones, el
ilustrador muestra su propia poética y en su creación no solo traduce de forma
gráfica el texto sino que manifiesta su particular estética del arte. Mientras
que para el lector, la lectura se convierte en una doble tarea: «lee el texto
y, al mismo tiempo, ve el resultado del análisis que del texto ha hecho uno de
sus primeros lectores, el ilustrador.
Esta función se
logra por el lazo de empatía que se establece entre la imagen y el lector. La
intención de embelesar al niño es la causante para Durán de que tenga la
ilustración la reputación de ñoñez, con la que se desprecia, demasiado a
menudo, el entero ámbito del libro infantil ilustrado.
Retar al lector, la
ilustración se plantea como “un reto lúdico” para el lector pues se esconden
acertijos, falsas perspectivas, anacronismos, caricaturas, juega con el lector
Señalizar el mundo,
esta función más conceptual y abstracta tiende a que el lector encuentre la
clave para descifrar el mensaje que se ha organizado como un sistema autónomo
de señales. Sin el hallazgo de esa clave, el lector no podrá avanzar por el
relato visual y descubrir su coherencia interna
Componentes de la
ilustración
Según Moral,
Soledad. (2018) la ilustración, entendida como una representación plástica a
través de la cual se pretende conseguir una impresión estética en el lector,
está configurada por unos elementos formales de cuatro tipos:
Elementos visuales
Entre ellos se
encuentran la línea o el trazo, la luz, el color, la composición, el formato,
el movimiento y el tiempo.
La línea sirve no
solo para establecer el contorno de las formas y figuras sino que además
caracteriza el estilo del ilustrador y su manera de trabajar el dibujo.
Por su parte, los
efectos lumínicos son muy importantes ya que nuestro cerebro percibe y
construye una imagen a partir del contraste entre los tonos. Así, da idea de
volumen, distancia y profundidad, pero también sirven para otras funciones como
crear efectos dramáticos o atmosferas poéticas.
Utilizando la
teoría del color (reglas básicas en la mezcla de colores), los artistas
obtienen el efecto deseado combinando colores: primarios, secundarios,
complementarios, análogos… En los libros infantiles, podemos destacar la
utilización simbólica del color, fundamentalmente en relación con las
emociones, los sentimientos y los valores.
La composición o
manera de ordenar los componentes que conforman la imagen es muy importante en
la literatura infantil, sobre todo, en lo relacionado con la posición que ocupan
los personajes en las ilustraciones.
Moral, Soledad.
(2018) nos indica que el formato es considerado es muy importante ya que cada
historia demanda un determinado espacio de representación. Mientras el formato
apaisado se adapta mejor a historias que impliquen movimiento como viajes, el
vertical puede explicar, por ejemplo, el ascenso social de un personaje.
Al ser la imagen de
naturaleza bidimensional, asumimos que carece de movimiento y de dimensión
temporal. Sin embargo la naturaleza narrativa de la ilustración permite
desarrollar estrategias para representar tanto el movimiento como el paso del
tiempo. Entre los recursos más usados para introducir el movimiento están
mostrar en una misma ilustración varios momentos de una acción o situar a los personajes
lo más a la derecha posible para invitar al espectador a pasar de página.