En el baño se mira el rostro y también se sorprende al ver que no tenía ningún rastro de cabello en su cabeza, después de un silencioso desayuno, Rigoberto toma su chullo y se dirige a su chacra. Al ver a sus otros hijos ve que ninguno tiene cabello. Después de la faena Rigoberto y sus hijos se dirigen a la plaza.

Al ver el tumulto de gente con sus cabecitas rapadas reclamando, los médicos del país no podían dar explicación porque la caída del pelo, la peluquería del pueblo comenzó a traer pelucas de la ciudad para las mujeres. 

Rigoberto se acostumbró en no tener pelo, su esposa en cambio decidió comprase algunas pelucas. En diciembre, Rigoberto estaba envolviendo los regalos para navidad, le había comprado a su esposa una nueva peluca, pero tenía una picazón fuerte en su cabeza, lo raro es que su mujer también tenía el mismo síntoma, no le dieron importancia y se fueron a dormir. 

De repente cuando despertaron, Rigoberto quiso despertar a su esposa con un beso pero su pelo le tapaba la cara al ver esto se quedó sin voz, estaba sorprendido al ver que su esposa tenia cabello, rápidamente se toco la cabeza y pudo observar sus cabellos que estaban todos alborotados. 

Fueron a la plaza y confirmaron que todos habían recuperado su cabello no había explicación como había sucedido, los noticieros estaban que daban las buenas noticias a todo el país del final de la epidemia de los calvos. Roberto y su esposa decidieron solo sonreír tocarse el cabello ya que no lo podían creer y se quedaron así durante un buen tiempo sintiendo que solo el año pasado fue como un sueño.